Desde Solcot, traumatólogos Madrid, queremos ofrecer siempre un trato personalizado y las mejores soluciones a nuestros pacientes. Por complejo o complicado que pueda ser cada caso particular, trabajamos para conseguir unos resultados lo más satisfactorios posible. Nuestro objetivo es que, una vez que hemos diagnosticado la patología del paciente, conseguir que mejore y pueda a volver hacer vida normal cuanto antes.
En nuestra clínica de traumatólogos Madrid, contamos con las últimas innovaciones tecnológicas del sector, y no dudamos en poner en marcha novedosas técnicas y procedimientos.
En el blog de hoy explicaremos una compleja intervención quirúrgica, realizada a una paciente hace unos meses. Dado a la complejidad del caso, creemos que vale la pena darlo a conocer, por si a alguien se encuentra en una situación parecida, que vea que hay remedio.
La paciente en cuestión era una mujer que ya estaba operada de una prótesis de cadera. Además, estaba operada 2 veces de prótesis de rodilla, ya que se había gastado el implante, y se tuvo que volver a reemplazar.
Tus traumatólogos Madrid de confianza
Primero de todo, y para contextualizar, hay que dejar claro que el hueso es una estructura viva, que se refuerza a medida que la utilizamos, debido al uso. Si dentro de nuestro hueso tenemos materiales metálicos que hacen parte de su trabajo, ese hueso se va debilitando. Hasta que al final empieza a sufrir fracturas espontáneas, fracturas de estrés por osteoporosis, por falta de función, etc.
Alrededor de la prótesis de rodilla, la paciente tenia fracturas en la tibia, y fracturas en el fémur. Es decir, por encima y por debajo de la prótesis. Nos encontramos con el problema que no contábamos con hueso donde colocar una nueva prótesis. Y corríamos el riesgo de que tanto la tibia como el fémur se fracturaran espontáneamente, y que la mujer quedara en una silla de ruedas.
Entonces, la única opción que había era fabricar una prótesis a medida, totalmente personalizada, de todo el miembro inferior. Es decir, que abarcara desde la cadera, hasta el tobillo. Que incluyera la cadera, todo el fémur por dentro, la rodilla, y toda la tibia por dentro. Y eso fue lo que hicimos.
Llevamos a cabo un estudio previo, a medida, personalizado, y lo mandamos a Alemania. Allí se tuvieron en cuenta las medidas, las longitudes, se calculó todo exactamente como debía ser, y se fabricó la prótesis a medida para la paciente.
Este tipo de cirugía es extremadamente complicada, precisa y compleja, por su envergadura, y por todo lo que conlleva. Tuvimos que quitar la prótesis de cadera originaria que había implantada, y engarzarla con la prótesis nueva, la que incluía todo el fémur. En el fémur, engarzarla con la prótesis de rodilla nueva, y de allí, ya unirlo todo con la prótesis, hasta el tobillo, a través de la tibia.
Una intervención fuera de lo común
El resultado fue que todo el hueso que no tenía ninguna resistencia, estuviera reemplazado por metal (titanio).
La peculiaridad de esta intervención, lo que hace que sea tan destacable y merezca la pena hablar de ella, es que es poco habitual. Se suele llevar a cabo para determinados cánceres de hueso, que destruyen todo el sistema óseo. Antiguamente se amputaban, pero hoy en día existe la posibilidad de poder reemplazar el hueso en su totalidad. Tanto el hueso como las articulaciones por encima o por debajo de él.
Esto no era un cáncer de hueso, no era una metástasis que lo estuviera destruyendo. Pero era una insuficiencia del mismo que le impedía soportar cargas. Y que tarde o temprano se iba a romper espontáneamente.
No había otra solución más que esta. Al ser una paciente muy activa, vital, y con muchos proyectos todavía en marcha, valía la pena arriesgarse y realizar una intervención de estas características.
Es una intervención con una gran dificultad técnica, pero nos preparamos muy bien el caso y fue todo un éxito. La mujer ha podido seguir andando con total normalidad, y su recuperación ha sido excelente.
Sin duda, un verdadero éxito por nuestra parte, que nos llena de satisfacción, orgullo y alegría. Sobretodo al ver que, poco tiempo después de la operación, la mujer vuelve a andar perfectamente. Pese a la complejidad y las complicaciones aparentes, el resultado no pudo ser mejor.
Satisfacción profesional
Ver a la paciente feliz de nuevo, pudiendo retomar sus actividad con normalidad, sin molestias, y con una mejor calidad de vida, es lo que nos impulsa a seguir adelante día a día. Aceptar este tipo de casos es un verdadero reto. Pero amamos nuestro trabajo, y esto es lo que nos hace superarlos siempre con total garantía.
¿Te has visto en una situación parecida? ¿Crees que tu caso no tiene solución, o es demasiado complicado? ¿Conoces a alguien que esté atravesando un problema relacionado con el sistema musculo-esquelético? Contacta con nosotros. Realizaremos un estudio personalizado y evaluaremos las posibilidades. Juntos, podremos encontrar un camino que te lleve a mejorar. ¡Te esperamos en Solcot, traumatólogos Madrid!
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